Día Mundial sin Tabaco: por el cigarrillo en Argentina mueren más de 100 personas por día

Se trata de la principal causa de muerte prevenible a nivel mundial. Desde el área de salud bonaerense resaltan que este hábito aumenta las chances de sufrir infartos y accidentes cardiovasculares y ofrecen tratamientos gratuitos.

Cada 31 de mayo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco para visibilizar las patologías vinculadas al cigarrillo, cuyo consumo representa la principal causa de fallecimientos prevenibles a nivel mundial.

Según destacan desde el Ministerio de Salud bonarense, en Argentina mueren más fumadores por enfermedades cardíacas (11 mil muertes al año) y cerebro vasculares(2.700 muertes al año) que por cáncer de pulmón.

Fumar acaba con la vida de 7 millones de personas cada año.

Apaguemos los cigarrillos en el Día Mundial Sin Tabaco, el 31 de mayo, y todos.

En este marco, especialistas del Programa Provincial de Control del Tabaco del Ministerio de Salud bonaerense advierten que, además de la nicotina y el monóxido de carbono, el cigarrillo contiene otras sustancias tóxicas que irritan las arterias y dificultan la circulación de la sangre.

A su vez, aclaran que el daño a la salud comienza a producirse desde el primer cigarrillo. “Fumar tan solo un cigarrillo al día incrementa el riesgo de IAM en un 50% y de ACV en un 30%, sin diferencias entre los sexos”, expresan.

Más de 100 muertes por día

El 25% de la población adulta fuma en Argentina, y la cifra asciende al 30% en el grupo etario de los 25 a los 34 años. A raíz de este hábito fallecen por año cerca de 40 mil fumadores activos, es decir, unas 123 personas por día.

A nivel mundial, la cifra aumenta a casi 6 millones y un 10% corresponde a fumadores pasivos. De continuar esta tendencia, se estima que para el 2030 los fallecimientos ascenderán a más de 8 millones por año.

Tratamiento gratuito para dejar de fumar

Los bonaerenses que busquen dejar el cigarrillo pueden acudir una la consulta decesación tabáquica en hospitales públicos. Tras contactarse con el equipo de salud, se concretan entrevistas de evaluación y diagnóstico para conocer los antecedentes de salud del paciente, indagar sobre su historia tabáquica y definir el tratamiento, que generalmente tiene una duración de tres meses e incluye controles semanales.