Mía, con 5 años, debutó en Jesús María con una tropilla de petisos

29.01.2024 09:15

Mía Albarracín, quien vive con sus padres en un campo de Pringles, cumplió un sueño en el tradicional Festival de Doma y Folclore que tiene lugar cada año en la provincia de Córdoba.

Con 5 años Mía Albarracín, quien vive con sus papás Nicolás Albarracín y Agustina Álvarez, en un campo cercano a Coronel Pringles (a unos 30 kilómetros, en dirección a Indio Rico) les insistió para llevar una tropilla de petisos a Laprida, donde hace unas semanas se realizó una clasificación para participar en el famoso Festival de Doma y Folclore de Jesús María, prestigioso evento que celebra la destreza ecuestre y la cultura folclórica.

“La llevamos por casualidad porque con el papá solo íbamos a llevar dos tropillas grandes. Ella insistió tanto que quería ir con su tropilla de petisos que casi a último momento decidimos llevarla. No sabíamos que había también una clasificación de petisos”, dijo su mamá.

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Los organizadores de Jesús María vieron a Mía y la invitaron junto con una niña de la localidad de Lamadrid a participar de la experiencia de desfilar a modo de exhibición de este tradicional evento que en enero de cada año establece campeones de jineteada en distintas categorías además de ofrecer espectáculos musicales en un amplio predio.

La pasión de Mía es heredada de sus padres quienes siempre se dedicaron a las labores rurales, principalmente a la atención de ganado, quienes además tienen tropilla de caballos.

El 6 de enero la familia se trasladó de Pringles a Laprida porque los petisos partían de allí a Jesús María.

“Mía tuvo dos entradas: el miércoles 9, con la tropilla de petisos y el jueves 10, cuando entró con el caballo de andar a recibir un obsequio”, contó.

Allí logró lucirse en un desfile que capturó la atención y el corazón del público y que probablemente jamás olvidará.

“Estaba re bien. Ansiosa por entrar. La pasó bien que era lo que nosotros esperábamos. Vino re contenta”, dijo.

Agustina Álvarez en el año 2016 fue a montar a Jesús María, a representar  la provincia de Buenos Aires como la “Criolla Argentina”.

“Me crié en el campo, siempre me gustó el caballo y en 2012 arranqué a jinetear  y en 2016 tuve la suerte de clasificar. Hoy en día me dedico a otro tipo de doma de caballo pero no a la jineteada” comentó.

La destreza de Mía, a una edad tan temprana, no solo cautivó en Jesús María sino que fue celebrada por la comunidad pringlense.
Gracias a su perseverancia y pasión, la pequeña jinete logró cumplir este sueño que tiene raíces en la tradición familiar.

la nueva 

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Creado por Julio Torreguitart