El predio, ubicado en el Boulevard 40 y calle 15, viene trabajando a ritmo sostenido con un personal comprometido de lleno con las tareas propias del lugar y con logros muy satisfactorios.
Un total de seis agentes municipales cumplen diversas tareas en Las Achiras, donde Gabriel Silva se desempeña como encargado del Vivero dependiente de la Dirección de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del Municipio de Coronel Pringles.
Silva comenta: “en marzo del año que viene voy a cumplir 15 años que estoy trabajando en el vivero. Las tareas son variadas y van desde zarandear tierra, llenar bandejas y macetas, trasplantar, hacer plantas de gajos o esquejes, sembrar y todo lo que es el mantenimiento general del predio: como cortar pasto y mantenerlo limpio”.
Las especies que se producen en el Vivero Municipal Las Achiras “dependen mucho del planeamiento que se hace año a año. Por ejemplo, hubo años que se le dio un perfil más forestal a la producción porque nos centrábamos más en abastecer a las zonas rurales, a la gente del campo. Otros años se hacen plantas de menor porte para abastecer instituciones y plazas, entonces la producción es más de arbustivas. Este año plantamos dos especies de eucaliptos, dos de pinos, álamos, casuarinas, todo para el año que viene. La idea es hacer un pequeño plan forestal para la gente de campo sin dejar de lado lo que se produce normalmente. Es decir: varias especies de aromáticas, arbustivas, también algunas especies florales y otras que se utilizan en las plazas y en los diferentes espacios públicos”, relató Gabriel Silva.
El invernáculo.
Aquí se producen distintas especies. Su estructura “es muy buena, está hecha de caños galvanizados. Pensada para que dure más de 30 años y soporta vientos de más de 100 km/h”, explicó el encargado de Las Achiras. Agregó que “cuenta con un sistema de riego por micro aspersión, de última tecnología, que lanza una lluvia muy fina de agua para que no se lave la tierra de las bandejas donde producimos las distintas especies. A su vez, los picos son graduados en litros/horas. Además, son intercambiables lo que nos permite rotarlos a los lugares donde vemos que falta un poco más de agua o que sobra, para que el riego sea más parejo”.
El predio cuenta también con un sistema de riego compuesto por cinco aspersores grandes que “cubren un radio bastante importante. Nosotros hemos armado unos regadores más chicos también. Y los días que hay más viento, o dependiendo desde qué sector sople, regamos a manguera donde sea necesario. Pero en la mayoría del lugar el riego está automatizado”, aclaró Silva.
En cuanto al personal afectado en Las Achiras, dijo que “en este momento somos seis personas las que trabajamos en el vivero, estamos por fuera de lo normal porque generalmente éramos tres o cuatro y teníamos que andar bien rápido por el trabajo que se hace. Pero hoy en día con seis personas estamos muy bien”.
Si bien el horario de trabajo es de lunes a viernes, de 7 a 13, “por la tarde y los fines de semana venimos porque siempre hay que atender algunas cosas. Sobre todo en el verano, cuando reforzamos los horarios de trabajo por las temperaturas normales de la época, teniendo en cuenta que en el invernáculo la temperatura puede llegar a los 50 grados y si no lo controlás puede quemar toda la producción”, concluyó.
Dirección de Comunicación – 9 de octubre de 2017.
Creado por Julio Torreguitart